Pensamientos perturbadores que de manera irracional acaparan el centro de atención llegando a  generar un profundo malestar.

Esta forma de percibir la realidad somete a la persona que sufre la obsesión, priorizando este tipo de ideas carentes de lógica hasta el punto de conseguir que todo su mundo gire alrededor de ellas. Además, puede ocurrir que estas persistentes fantasías vayan acompañadas de conductas que intenten aliviarlas de una manera igualmente irracional. Lo que se conoce como compulsiones, que se llevan a cabo de manera ritual y a su vez retroalimentan la propia obsesión.

Este círculo vicioso deteriora la salud mental de la persona que lo sufre así como la de los más allegados a su entorno. El tratamiento psicoterapéutico confiere a las personas que padecen obsesiones un mayor grado de conciencia y control sobre sus actos y pensamientos de manera que puedan vivir prescindiendo de este sufrimiento innecesario.